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Edición Eternidad.

Caminando en humildad

No hagan nada por contienda o por vanagloria. Al contrario, háganlo con humildad y considerando cada uno a los demás como superiores a sí mismo. No busque cada uno su propio interés, sino cada cual también el de los demás.

Filipenses 2:3-4 (RVC)

Cambiador del Mundo: Cuando nos convertimos a Cristo y nacemos de nuevo conforme a su palabra que es la Biblia, empezamos a dejar atrás viejas actitudes de soberbia, amor al dinero, arrogancia, y otros muchos pecados de los que tristemente, ni sabíamos que estaban sembrados en nuestro corazón.
Esta guerra espiritual, empieza desde el primer minuto después de que hacemos la oración del pecador y recibimos a Jesús en nuestro corazón, pues inmediatamente, el Espíritu Santo, nos demanda caminar en sentido totalmente opuesto al que llevábamos apartados de Dios.
Este cambio, es empezar a vivir guiados por el Espíritu Santo, agradando a Dios, pues ahora estamos arrepentidos y dispuestos por su gracia, a dejar atrás nuestro pecado y pasado.
Como hijos de Dios, nuestra vida tiene que mostrar frutos de justicia y derramar cada día la fragancia de Cristo, con un testimonio que hable más alto que nuestras palabras y que esté lleno de humildad como enseñan los versículos de hoy, estimando siempre a nuestro prójimo como superior a nosotros, y no mirando cada uno por lo suyo sino también por lo de los demás. Esto implica ya no vivir como el mundo que se la pasa presumiendo y compitiendo de sus logros personales de toda clase, ya sea económico, profesional o simplemente de status social, porque por eso mucha gente va a ser descartada en los cielos cuando se presente delante del tribunal de Cristo y es por haberse saciado de vanidades temporales y vanagloria, actitudes que aborrece Dios.
*Hoy es tu día de renunciar a la vanagloria temporal y engañosa de este mundo y entregarte a Jesús para que sea tu Rey y Señor y tu vida le empiece a dar gloria porque Él es tu esperanza y tu victoria para cambiar el mundo y alcanzar la eternidad en los cielos (Romanos 10:8-13, Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.
*Eternidad.

Eternity Edition.

Walking in humbleness

Let nothing be done through selfish ambition or conceit, but in lowliness of mind let each esteem others better than himself. Let each of you look out not only for his own interests, but also for the interests of others.
Philippians 2:3-4 (NKJV)

World Changer: When we convert to Christ and are born again according to his word which is the Bible, we start to leave behind attitudes of pride, love of money, arrogance, and many other sins that sadly, we didn’t even know were planted in our hearts.
This spiritual war starts from the first minute after we do the prayer of the sinner and receive Jesus in our hearts because inmediately the Holy Spirit demands us to walk in a totally opposite way to where we were away from God.
This change is to begin to live guided by the Holy Spirit, pleasing God, because now we are repentant and willing by his grace to leave behind our sin and past.
As God’s children , our lives have to show fruits of justice and pour each day the fragrance of Christ with a testimony that speaks higher than our words and filled with humbleness just as today’s verses teach, always estimating our neighbor as superior to us, and not looking at each one for his own but also for the others. This implies no longer living like the world that spends its time boasting and competing about its personal achievements of all kinds, whether economic, professional or simply social status, because for this reason many people will be discarded in heaven when they appear before from the judgment seat of Christ and it is because they have had their fill of temporal vanities and vainglory, attitudes that God hates.
*Today is your day to renounce the temporary and deceitful vainglory of this world and give yourself to Jesus to be your King and Lord and your life begins to give Him glory because He is your hope and your victory to change the world and reach eternity. in heaven (Romans 10:8-13, Colossians 1:27, 1 Corinthians 15:10, 57). Hallelujah.
*Eternity.