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Edición Gracia.

Bienaventurados los que en Cristo son santificados

Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad.
Y por ellos yo me santifico, para que ellos también sean santificados en la verdad.
Juan 17:17, 19 (LBLA)

Cambiador del Mundo: *Ser un cristiano nacido de nuevo, nos permite empezar a ver nuestra vida en base al propósito de Dios, dejando atrás nuestro pasado por la gracia de Dios y poniendo la mirada en Jesús.
Todos los que caminamos como hijos de Dios, ahora tenemos en la Biblia muchas promesas que romperán todo tipo de maldiciones que generacionalmente nos alcanzaron, sobre todo si somos la primera generación que se convierten en cristianos nacidos de nuevo.
Nuestro Señor Jesucristo, hizo una oración intercesora a Dios Su Padre momentos antes de que fuera llevado delante del concilio los fariseos para ser entregado a Pilatos, y en Sus palabras hubo un clamor para que todos aquellos que lo habían seguido fueran guardados sabiendo que pertenecían a Dios Padre.
Jesús también señaló que cuando estaba con ellos en el mundo, El los guardaba y ninguno de ellos se perdió, sino solamente el hijo de perdición (Judas) para que la Escritura se cumpliese. Pero ahora Jesús iba de regreso a Su Padre por haber cumplido todo lo que le fue mandado. Ahora Sus discípulos empezarían a pelear sus batallas espirituales, porque el mundo los aborrecería ya que no son del mundo como el propio Jesús testificó que Él no era del mundo (Juan capítulo 17).
Hacemos esta mención porque cualquier persona que en estos tiempos se quiera proclamar un verdadero cristiano, tiene que refugiarse en el poder de Dios y recibir la santidad divina que es la única que lo puede guardar contra las asechanzas del reino de las tinieblas, que por supuesto están gobernando en estos últimos tiempos. La santidad de Dios está dispuesta para todos los que reciban a Jesús en su corazón (Romanos 10:8-13).
Que la santidad de Cristo en nosotros permita que El sea nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria para cambiar el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.
*Gracia.

Grace Edition.

Blessed the ones that in Christ are sanctified

Sanctify them by the truth; your word is truth.
For them I sanctify myself, that they too may be truly sanctified.
John 17:17,19 (NIV)

World Changer: *To be a born again Christian allows us to start to see our lives according to God’s purpose, leaving behind our past by God’s grace and placing our eyes in Jesus.
Everybody that walk as God’s children we no have many promises in the Bible that will break all kind of curses that generationally reached us, especially if we are the first generation to become born again Christians.
Our Lord Jesus Christ made an intercessory prayer to God His Father moments before the Pharisees were brought before the council to be handed over to Pilate, and in His words there was a cry for all those who had followed Him to be saved knowing that they belonged to God the Father.
Jesus also pointed out that when He was with them in the world, He kept them and not one of them was lost, but only the son of perdition (Judas) so that the Scripture might be fulfilled. But now Jesus was going back to His Father for having fulfilled all that He was commanded. Now His disciples would begin to fight their spiritual battles, because the world would hate them since they are not of the world as Jesus Himself testified that He was not of the world (John chapter 17).
We make this mention because any person who in these times wants to proclaim himself a true Christian, has to take refuge in the power of God and receive divine holiness, which is the only one that can guard him or her against the snares of the kingdom of darkness, which of course are ruling in these last times. God’s holiness is available to all who receive Jesus into their hearts (Romans 10:8-13).
May the holiness of Christ in us allow Him to be our hope of glory and our victory to change the world (Colossians 1:27, 1 Corinthians 15:10, 57). Hallelujah.
*Grace.