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Edición Promesas.

La misericordia de Dios nos ha guardado.

Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado!

Lamentaciones 3:22 (RVC)

Cambiador del Mundo: La Palabra de Dios siempre será un bálsamo para aquellos que la abrazan y la aman y que guían su vida a través de ella. Leer la Biblia tiene que convertirse en un hábito en nosotros porque de ella cada día tomaremos consejo que impactará mil generaciones como le dijo Dios a Moisés (Deuteronomio 7:9). Antes de Cristo muchos de nosotros nos guiábamos de nuestros pensamientos o sentimientos (la carne), muchos fuimos a consultar agoreros y adivinos, todo lo cual lo aborrece Dios (Deuteronomio 18:9-13) y obviamente eso era una maldición que acarreó para nuestra vida destrucción para nuestras familias, relaciones con otras personas, nuestros trabajos, en pocas palabras una bancarrota total por causa de no conocer a nuestro Señor Jesucristo ni haberlo recibido en nuestro corazón como nuestro Salvador. Los cristianos que ahora leemos la Biblia, hemos entendido que Dios estuvo muchas veces a la puerta de nuestro corazón tocando para que le abriéramos y El entrara a arreglar y cambiar todo lo que estaba destruido (Apocalipsis 3:20), pero muchos no le abrimos y esperamos que todo estuviera totalmente destruido para abrir la puerta y dejar que Jesús entrara a nosotros (Apocalipsis 3:21-22). *Aprendamos este día que la misericordia de Dios nos escogió desde antes de la fundación del mundo para ser recibidos como hijos del Altísimo, pero esto solamente sucede cuando voluntariamente nos entregamos a Él (Efesios capítulos 1 y 2). Si queremos entender nuestro pasado, presente y futuro pasemos tiempo meditando en la Palabra de Dios la Santa Biblia y pidámosle al Espíritu Santo que nos quite cualquier velo que nos impida entender cuán vastas y preciosas son las promesas de eternidad que tenemos por nuestra fe en Cristo y Su misericordia. Hoy es tu día de abrazarte de la misericordia de Jesús si aún no lo has hecho (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya. *Promesa.

Promises Edition.

God’s mercy has kept us

By the mercy of the Lord we have not been consumed; His mercy has never been exhausted! Lamentations 3:22 (CRV)

World Changer: God’s word will always be a balm for those who embrace and love her and who guide their lives through her. Reading the Bible has to become a habit in us because from it every day we will take advice that will impact a thousand generations as God told Moses (Deuteronomy 7: 9).
Before Christ, many of us were guided by our thoughts or feelings (the flesh), many of us went to consult soothsayers and fortune-tellers, all of which God hates (Deuteronomy 18: 9-13) and obviously that was a curse that brought to us life destruction for our families, relationships with other people, our jobs, in short a total bankruptcy due to not knowing our Lord Jesus Christ or having not received Him in our hearts as our Savior.
The Christians that now read the Bible have understood that God was many times at the door of our hearts knocking so that we would open to Him to fix and change everything that was t destroyed (Revelation 3:20), but many didn’t open and we waited until everything was totally destroyed to open the door and let Jesus enter in us (Revelation 3:21-22).
*Let us learn this day that God’s mercy chose us before the foundation of the world to be received as children of the Most High but this only happens when we voluntarily deliver ourselves to Him (Ephesians Chapter 1 and 2).
If we want to understand our past, present and future, let’s spend time meditating on the Word of God in the Holy Bible and ask the Holy Spirit to remove any veil that prevents us from understanding how vast and precious are the promises of eternity that we have because of our faith in Christ and His mercy.
Today is your day to embrace the mercy of Jesus if you haven’t already (Romans 10: 8-13).
Christ in us our hope of glory and our world-changing victory (Colossians 1:27, 1 Corinthians 15:10, 57). Hallelujah.
*Promise.