Edición Promesas.

Dios es escudo a Sus hijos.

Combate, oh Señor, a los que me combaten; ataca a los que me atacan. Echa mano del broquel y del escudo, y levántate en mi ayuda. Salmos 35:1-2 (LBLA)

Cambiador del Mundo: El Rey David es el que escribe este Salmo y declara la bendición de caminar protegidos por la mano de Dios. Este Rey que desde joven fue nombrado y al que Dios señaló con un corazón semejante al Suyo, escribe que el Señor pelea las batallas por Sus hijos, El defiende nuestra vida contra nuestros perseguidores porque Él es nuestra salvación. *Por lo tanto serán avergonzados todos nuestros enemigos y confundidos los que buscan hacernos tropezar, porque Dios los echará para atrás y los avergonzará en todo mal que intenten sobre nosotros. El inicuo será como hierba seca llevada por el viento sin rumbo fijo, pero el único camino para los siervos de Dios es nuestro Señor Jesucristo. Los enemigos de los cristianos andarán en camino tenebroso y resbaladizo porque su corazón está inclinado a tender trampa y hacer hoyos para provocar la caída de un cristiano nacido de nuevo. Pero todos aquellos que estamos rendidos a Cristo y que hemos puesto nuestra vida en Sus manos, viviremos alegres y con gratitud y nos regocijaremos por nuestra salvación y cantaremos: ¡oh Dios quién como Tú! Vivamos confiados de que el Dios de Israel libra al afligido de aquel que lo persigue y al pobre y menesteroso del que le despoja. Los que caminamos de la mano de Dios, estamos seguros de cuál será nuestro destino eterno. Por lo que no permitiremos que la amargura o la preocupación tenga parte ni suerte en nuestro corazón. Bendigamos aun a aquellos que buscan afligirnos porque ese es el corazón que Dios quiere que tengamos como verdaderos cristianos. (Leer Salmos 35). Hoy es el día de que rindas tu vida a Cristo si aún no lo has hecho (Romanos 10:8-13). Y que, por la gracia de Dios, Cristo sea en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.
*Promesa.

Promises Edition.

God is a shield to His children.

A Psalm of David. Plead my cause, O Lord, with those who strive with me; Fight against those who fight against me. Take hold of shield and buckler, And stand up for my help.
Psalms 35:1-2 (NKJV)

World Changer: King David is the one who writes this Psalm and declares the blessing of walking protected by the hand of God. This King that since he was young was named and to whom God pointed with a heart similar to His, he writes that the Lord fights the battles for His children, He defends our lives against our persecutors because He is our salvation.
*Therefore, all of our enemies will be ashamed and confused the ones that look for us to stumble because God will throw them back and He will put to shame in all evil that they try on us.
The wicked one will be like dry grass blown by the wind aimlessly, but the only way for God’s servants is our Lord Jesus Christ.
The enemies of Christians will walk on a dark and slippery path because their hearts are inclined to trap and dig holes to bring about the downfall of a born-again Christian.
But all those that are surrendered to Christ and we have placed our lives in His hands will live happy and with gratitude and we will rejoice for our salvation and will sing: Oh God, who like you!
Let us live confident that the God of Israel delivers the afflicted from those who persecute him and the poor and needy from those who deprive him.
The ones that walk by the hand of God are sure of what our eternal destiny will be. So we will not allow bitterness or worry have part or luck in our hearts. Let us bless even those who seek to afflict us because that is the heart that God wants us to have as true Christians. (Read Psalm 35).
Today is the day you surrender your life to Christ if you haven’t already (Romans 10: 8-13).
And may Christ be in us by God’s grace the hope of glory and our world-changing victory (Colossians 1: 26-27, 1 Corinthians 15:10, 57). Hallelujah.
*Promise.