Edición Promesas.
Cerrándole la puerta al pecado.
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.
Mateo 12:43-45 (RVR1960)
Cambiador del Mundo: Muchos de nosotros hemos escuchado estos versículos, y acerca de la constante amenaza del espíritu inmundo que sale de un hombre que se ha arrepentido, de regresar a él. El problema es que dicho espíritu no renunciará a regresar a esa persona al cual considera su casa, porque ahí habitaba y de ahí había salido, pero ahora tiene la ventaja que la encuentra desocupada, barrida y adornada. Y no solamente él quiere entrar sino que también viene acompañado de siete espíritus peores que él. Así declaró Jesús que acontecería a la generación con un corazón duro y malvado.
Dos mil años después en lo natural nada ha cambiado y en lo espiritual el pecado sigue asechando y gobernando a toda la humanidad que no se ha arrepentido, porque desde Adán y Eva ellos le dieron lugar al príncipe de las tinieblas para enseñorearse de sus vidas, de sus hijos y generaciones. *Solamente si Cristo habita en el corazón de una persona que se ha arrepentido y que ha nacido de nuevo en el Evangelio, es que entonces ningún espíritu de pecado podrá entrar a ese corazón, porque la plenitud de Cristo lo llenará todo y donde ha resplandecido la luz, no hay oportunidad a las tinieblas (1 Juan 1:5, Salmos 27:1-3). El Señor te ama y quiere ser Rey y Señor de tu vida para librarte de todo espíritu de pecado (Romanos 10:8-13, Juan 14:3). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.
*Promesa.
Promises Edition
Closing the door to sin
«When an unclean spirit goes out of a man, he goes through dry places, seeking rest, and finds none. Then he says, ‘I will return to my house from which I came.’ And when he comes, he finds it empty, swept, and put in order. Then he goes and takes with him seven other spirits more wicked than himself, and they enter and dwell there; and the last state of that man is worse than the first. So shall it also be with this wicked generation.»
Matthew 12:43-45 (NKJV)
World Changer: Many of us have listened these verses and about the constant threat of the unclean spirit coming out of a man who has repented, to return to him.
The problem is that such spirit will not quit to take back that person who considers it his home because he lived there and that’s where it came from, but now he has the benefit that he founds it unoccupied, swept and adorned. And not only does he want to enter, but he is also accompanied by seven spirits worse than him. Thus Jesus declared that it would happen to the generation with a hard and wicked heart.
Two thousand years later, in the natural nothing has changed and in the spiritual, sin still is stalking and ruling all humanity that has not repented, because since Adam and Eve they gave place to the prince of darkness to rule their lives, their children and generations.
*Only if Christ dwells in the heart of a person that has repented and has been born again in the Gospel, it is then that no spirit of sin can get into that heart because the fullness of Christ will fill everything and where the light has shone there is no opportunity to the darkness (1 John 1:5, Psalm 27:1-3).
Christ loves you and wants to be King and Lord of your life to free you from all spirit of sin (Romans 10:3-13, John 14:3).
Christ in us our hope of glory and our victory that by His love and grace allows us to preach the Gospel to change the world (Colossians 1:26-27, 1 Corinthians 15:10,57, Matthew 28:19-20, John 15:12-13). Hallelujah.
*Promise.
Devocionales Cristo en Nosotros 