Que hace justicia a los oprimidos, y da pan a los hambrientos. El Señor pone en libertad a los cautivos.

Salmos 146:7 (LBLA) 

Cambiador del Mundo: Cuánta necesidad tiene el mundo el día de hoy de que se cumpla esta promesa de Dios de poner en libertad a los cautivos, porque es obvio que estamos viendo a mucho joven que no tienen rumbo y está precisamente cautivo bajo la opresión y tinieblas de este mundo. Nada debe de sorprendernos porque el Señor habló que todo esto sucedería y aun desde el Profeta Isaías, el Espíritu del Señor vino sobre él y anunció que venía a predicar las buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los presos apertura de cárcel, a proclamar el año de la buena voluntad de Dios y el día de venganza del Dios nuestro, donde además consolaría a los enlutados. También quitaría el espíritu angustiado y pondría su manto de alegría, se les daría gloria en lugar de ceniza y óleo de gozo en lugar de luto (Isaías 61:1-3). Estos versículos coinciden con la necesidad que actualmente tenemos e inclusive nos habla de reedificar las ruinas antiguas y restaurar las ciudades arruinadas y los escombros de muchas generaciones. En lugar de la doble confusión que hoy existe, y de toda la deshonra que está actualmente sucediendo, Dios promete doble honra y gozo perpetuo, solamente porque Dios es el amante del derecho y es aborrecedor del latrocinio que significa fraude y robo que se comete contra bienes públicos que es lo que actualmente está pasando. Si bien es cierto que esto puede aplicar como palabra profética para la época en la que Jesús vino a la tierra como el Cordero de Dios, tampoco tiene ninguna limitación para que hoy siga vigente y ordene la tierra, cuando menos para que se identifique claramente el remanente de Dios, o sea Su Iglesia, la prometida de Cristo, la que será llevada a los cielos para la gran Boda del Cordero. Por lo tanto que nuestro corazón le abra la puerta a esta promesa para que Cristo sea en nosotros la esperanza de gloria que cambia el mundo (Isaías 61:4-11, Colosenses 1:27). Aleluya.

Who executes justice for the oppressed, Who gives food to the hungry. The Lord gives freedom to the prisoners.

Psalms 146:7 (NKJV) 

World Changer: How much need the world has today of this God’s promise being fulfilled to set the captives free because it is obvious that we are watching so many young people that they do not have they have no direction and they are precisely captive under the oppression and darkness of this world.
Nothing must surprise us because the Lord talked that all this would happen and even since Prophet Isaiah, the Holy Spirit came on him and announced that he was coming to preach the good news to the dejected, to bandage the broken-hearted, to publish liberty to the captives and to the prisoners, to open prison, to proclaim the year of God’s goodwill and the day of vengeance of our God, where He would also console the mourners. He would also remove the distressing spirit and put on his cloak of joy, they would be given glory instead of ash and oil of joy instead of mourning (Isaiah 61: 1-3).
These verses match with the need that we actually have, It even tells us about rebuilding ancient ruins and restoring ruined cities and the rubble of many generations. Instead of the double confusion that exists today, and all the dishonor that is currently happening, God promises double honor and perpetual joy, only because God is the lover of the law and is a hater of the theft that means fraud and theft that is committed against public goods which is what is currently happening.
While it is true that this can apply as a prophetic word for the time when Jesus came to earth as the Lamb of God, it also has no limitation so that today it continues to prevail and order the earth, at least so that the remnant of God, that is His Church, the bride of Christ, the one that will be taken to heaven for the great Wedding of the Lamb.
So let our hearts open the door to this promise so that Christ may be in us the hope of glory that changes the world (Isaiah 61: 4-11, Colossians 1:27). Hallelujah.