Ten piedad de nosotros, oh Señor, ten piedad de nosotros, porque muy hartos estamos de desprecio. Harta en extremo está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura, y del desprecio de los soberbios.
Salmos 123:3-4 (LBLA)
Cambiador del Mundo: Nuestra mirada a los cielos nos dará la seguridad que solamente en Cristo podemos obtener, porque Él es nuestra esperanza de gloria (Colosenses 1:26-27). Caminar esta vida sin Dios, confiando en el mundo, es como vivir sin esperanza sabiendo que tarde o temprano se presentará nuestra necesidad y no habrá nadie que pueda extendernos una mano para ayudarnos. Lo que estamos hablando en este día, con toda seguridad es la experiencia de muchos de nosotros en todo lo que hemos vivido antes de Cristo y aun en Cristo cuando no tomamos a Dios en serio y solamente somos religiosos de domingo. Pero cuando un cristiano ha nacido de nuevo y sabe de dónde vendrá su socorro entonces vive confiado y ya no le preocupa el menosprecio del mundo, porque Cristo nos rescata de toda nuestra vida anterior y nos encamina a una vida nueva libre de ansiedad y de temores (2 Corintios 5:17). En la carta a los Filipenses, se nos enseña que vengamos a Dios y nos entreguemos a Cristo para que seamos irreprensibles y sencillos hijos de Dios, sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandeceremos como luminares en el mundo. Abrazados de la Palabra de vida que es la Biblia, para que en el día del regreso de nuestro Señor Jesucristo, podamos gloriarnos de que no hemos corrido en vano, ni en vano hemos trabajado (Filipenses 2:15-16). Esta enseñanza nos la da el Apóstol Pablo recalcándonos que nosotros dependemos por siempre de nuestro Creador y aunque vivimos en este mundo, ya no pertenecemos a él ni queremos nada de su vanagloria, porque sabemos en quién hemos creído y que nuestra salvación viene de Dios. Hoy es el día de permitir que la excelencia y santidad de Dios gobierne nuestros corazones y que Su amor en nosotros nos permita cambiar el mundo. Aleluya.
Have mercy on us, O Lord, have mercy on us! For we are exceedingly filled with contempt. Our soul is exceedingly filled With the scorn of those who are at ease, With the contempt of the proud.
Psalms 123:3-4 (NKJV)
World Changer: Our eyes to the heavens will give us the security that only in Christ we can get because He is our hope of glory (Colossians 1:26-27).
To walk in this life without God, trusting in the world is like to live without hope knowing that sooner or later our needs will present to us and there will be no one that can give us a hand to help us.
What we are talking today for sure is the experience of many of us in everything we have lived before Christ and even in Christ when we don’t take God seriously and we are only religious people of Sundays. But when a Christian has been born again and knows where the help will come from, then he lives trusted and is not worried about the disparagement of the world because Christ rescues us from all of our past life and lead us to a new life free from anxiety and fear (2 Corinthians 5:17).
In the letter to the Philippians, it is taught to us to come to God and give ourselves to Christ so that we may be blameless and simple children of God, without blemish in the midst of an evil generation, in the midst of which we will shine as luminaries in the world. Embraced by the Word of life that is the Bible, so that on the day of the return of our Lord Jesus Christ, we can boast that we have not run in vain, nor have we labored in vain (Philippians 2: 15-16).
This teaching is given to us by the Apostle Paul, stressing that we depend forever on our Creator and although we live in this world, we no longer belong to it or want anything of its boast, because we know in whom we have believed and that our salvation comes from God.
Today is the day to allow the excellence and holiness of God to govern our hearts and that His love in us allows us to change the world. Hallelujah.
Devocionales Cristo en Nosotros 