Jerusalén, que está edificada como ciudad compacta, bien unida, a la cual suben las tribus, las tribus del Señor, (lo cual es ordenanza para Israel) para alabar el nombre del Señor.
Salmos 122:3-4 (LBLA)
Cambiador del Mundo: El Señor escogió al pueblo de Israel como Su pueblo y le dio desde el principio grandes promesas que se han cumplido y por siempre se cumplirán. Aun en medio de tanto amor que el Todopoderoso ha derramado sobre Su pueblo, también leemos en la Biblia todas las tremendas pruebas que les permitió pasar empezando por los cuarenta años en el desierto, después de haber salido de la esclavitud en Egipto, donde fueron maltratados por más de cuatrocientos años. En la época del Rey David, conquistaron la ciudad de Jerusalén y ahí se estableció el Rey para gobernar a todo el pueblo. También leemos en la Biblia acerca del cautiverio en Babilonia que fue dirigido por Nabucodonosor y que duró setenta años. La ciudad de Jerusalén fue destruida y sus muros fueron quemados, por causa de su desobediencia a Dios y por ignorar a sus Profetas, que Dios había mandado para prevenirlos y sin embargo a ninguno escucharon, sobre todo despreciaron el consejo de Jeremías (leer libro de Jeremías y Lamentaciones). Sin embargo la ciudad fue reconstruida y después de muchos siglos el imperio romano la volvió a destruir en el año 70 D.C. Tuvieron que pasar 1878 años para que se creara el Estado de Israel en el año 1948 y después en el año 2018 se nombró nuevamente a Jerusalén la Capital de Israel. Aquí regresará el Mesías y reinará y todas las naciones tendrán que doblar sus rodillas delante de Él. Nosotros Su Iglesia somos el Israel espiritual y Dios nos ha preparado la Nueva Jerusalén en los cielos, donde viviremos y reinaremos para siempre con Dios. Por eso es importante que levantemos nuestra mirada a los cielos y pongamos en primer lugar a Dios y soltemos los afanes de este mundo, porque de todas maneras nada nos llevaremos y nuestra verdadera riqueza está escondida en Cristo y junto con El la disfrutaremos en los cielos. Vamos a cambiar el mundo (Colosenses 3:3, Mateo 6:24-34, Apocalipsis 3:12). Aleluya.
Jerusalem is built As a city that is compact together, Where the tribes go up, The tribes of the Lord, To the Testimony of Israel, To give thanks to the name of the Lord.
Psalms 122:3-4 (NKJV)
World Changer: The Lord chose the people of Israel as His people and gave them great promises from the beginning that have been fulfilled and forever they will be fulfilled. Even in the midst of so much love that the Almighty has poured on His people, we also read in the Bible all the tremendous tests that allowed them to go through the forty years in the desert, after having left slavery in Egypt, where they were mistreated for more than four hundred years. At the time of King David, they conquered the city of Jerusalem and there the King was established to rule all the people. We also read in the Bible about the captivity in Babylon that was led by Nebuchadnezzar and which lasted seventy years. The city of Jerusalem was destroyed and its walls were burned, because of their disobedience to God and for ignoring their Prophets, which God had commanded to prevent them and yet they did not listen to anyone, especially they despised Jeremiah’s advice (read the book of Jeremiah and Lamentations). However, the city was rebuilt and after many centuries the Roman Empire destroyed it again in 70 A.D. It took 1878 years for the State of Israel to be created in 1948 and then in 2018 the Jerusalem Capital of Israel was renamed. Here the Messiah will return and reign and all nations will have to bend their knees before Him. We are His Church and we are spiritual Israel and God has prepared us the New Jerusalem in heaven where we will live and reign forever with God. That is why it is important that we lift our eyes to the heavens and put God in the first place and let go of the worries of this world because anyways we won’t take anything and our true richness is hidden in Christ and along with Him we will enjoy it in heaven. Let us change the world (Colossians 3:3, Mathew 6:24-34, Revelation 3:12). Hallelujah.
Devocionales Cristo en Nosotros 