Aborrezco y desprecio la mentira, pero amo tu ley. Siete veces al día te alabo, a causa de tus justas ordenanzas.

Salmos 119:163-164 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Aborrecer la mentira es imposible a menos que seamos verdaderos cristianos y eso significa que Cristo está viviendo y haciendo Su obra en nosotros (Gálatas 2.20-21). Si Dios no edifica nuestra vida, en vano estaremos trabajando, ya que el hombre natural nace contaminado del pecado que se cometió en el huerto, y esa maldición lo alcanza hasta el momento que se arrepiente y se entrega a Jesús (Salmos 127:1-2). Solamente si Cristo es nuestra esperanza de gloria (Colosenses 1:26-27), podemos amar la ley de Dios y meditar en ella de día y de noche, y por supuesto, disfrutar de los frutos del Espíritu Santo que Dios le da a los que le aman, los cuales son: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22-23). Los que somos de Cristo, hemos crucificado (espiritualmente) la carne con sus pasiones y deseos. Y si vivimos ahora por el Espíritu Santo, que ha sido puesto en nosotros, entonces también andaremos dando el testimonio del Espíritu de Dios en nuestra vida (Gálatas 5:24-25). Una persona que se ha rendido a Dios, de sus labios solamente brotarán alabanzas a su Creador y su vida tendrá el olor fragante de Cristo (Efesios 5:2). El amor del Padre está en su corazón y se goza haciendo el bien a todos y mayormente a los de la familia de la fe (Gálatas 6:10). Una persona nacida de nuevo del agua y del Espíritu, le da la gloria a Dios y también se gloría en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, ya que el mundo lo ha dejado atrás y no participa de ninguna de sus seducciones. Tomemos la decisión de dejar los hábitos y la práctica del pecado del mundo, y abracemos las promesas escritas en la Palabra de Dios, por cuanto Cristo dio Su vida, para libertarnos de la ley del pecado y de la muerte y ser salvos por medio de la fe en Su Nombre (Romanos capítulos 3, 4, y 5). Vamos a cambiar el mundo. Aleluya.

 I hate and abhor lying, But I love Your law.  Seven times a day I praise You, Because of Your righteous judgments.

Psalms 119:163-164 (NKJV)

World Changer: To hate to lie it is impossible unless we are true Christians and this means that Christ is living and doing His work in us (Galatians 2:20-21). If God does not build our life, we will be working in vain, since the natural man is born contaminated with the sin that was committed in the garden, and that curse reaches him or her until he or she repents and gives himself or herself to Jesus (Psalm 127: 1-2). Only if Christ is our hope of glory (Colossians 1:26-27) we can love the law of God and meditate on it day and night and of course, to enjoy the fruits of the Holy Spirit that God gives to the ones that love Him, which are: love, joy, peace, patience, kindness, goodness, faith, meekness and temperance (Galatians 5: 22-23). Those of us that are from Christ have crucified (spiritually) the flesh with our passions and desires. And if we now live by the Holy Spirit, who has been placed in us, then we will also be giving the testimony of the Spirit of God in our lives (Galatians 5: 24-25). A person that has surrendered to God, only praises will come to his or her Creator from his or her lips and his or her life will have the fragrant smell of Christ (Ephesians 5: 2). The love of the Father is in his or her heart and he or she enjoys doing good to all and mostly to those of the family of faith (Galatians 6:10). A born again person from the water and Spirit gives the glory to God and also glorifies on the cross of our Lord Jesuschrist because he or she has left the world behind and he or she does not participate in any of its seductions. Let us take the decision to leave the habits and the practice of the sins of the world and let us embrace the promises written in the Word of God because Christ gave His life to free us from the law of sin and death and be saved through the faith in His Name (Romans chapters 3,4 and 5). Let us change the world. Hallelujah.