Mira cuánto amo tus preceptos;
vivifícame, Señor, conforme a tu misericordia.
 La suma de tu palabra es verdad,
y cada una de tus justas ordenanzas es eterna. Salmos 119:159-160

Cambiador del Mundo:

Es un privilegio que Dios nos haya escogido para ser Sus hijos y nos haya permitido amar Su Palabra y ser vivificados conforme a Su misericordia.
Ahora los que estamos en Cristo, sabemos que toda la Palabra de Dios es verdad, pues nos ha resplandecido la luz del evangelio. Como verdaderos cristianos, hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso y no caminamos en nuestra propia astucia ni adulterando la Palabra de Dios. Esto mismo habló el Apóstol Pablo en su segunda carta a los Corintios, señalando también que la verdad se había manifestado a él, pero si el evangelio sigue encubierto es para aquellas personas que están perdidas y cegadas en las cuales el dios de este siglo, (príncipe de las tinieblas) cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo. Sabiendo que Dios es el que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz y es el que resplandeció en nuestros corazones, para darnos el conocimiento de la gloria de Dios, que está en Cristo Jesús (2 Corintios 4:1-6).
Cuando vivíamos sin conocer a Dios, e intentábamos hacer las cosas bien, es innegable que vivíamos en frustración, vacío, sin paz, y mucho menos teníamos gozo. Cualquier persona que estuviera a nuestro lado, sufría las consecuencias de nuestra frustración y mal temperamento y por supuesto la impotencia de no poder decirnos absolutamente nada porque siempre reaccionábamos justificando nuestras malas decisiones.
Pero el día que nos convertimos a Dios y Cristo resplandeció en nuestros corazones, y la verdad de de Su Palabra nos libertó de ese viejo hombre y nos permitió una vida nueva, ahora también todas las personas que nos rodean, pueden disfrutar y reconocer que nuestra vida ha cambiado verdaderamente y que también para ellos es esta misma oportunidad de entregarse a Cristo para que la excelencia de Su amor, gracia y misericordia, pueda impactar el mundo y que muchos sean salvos, (Juan 8:31-32). Aleluya.

 Consider how I love Your precepts; Revive me, O Lord, according to Your lovingkindness.
 The entirety of Your word is truth, And every one of Your righteous judgments endures forever. Psalms 119:159-160

World Changer:
It is a privilege that God had chosen us to be His children and allowed us to love His Word and be to be vivified according to His mercy.
Now we, the ones that are in Christ know that all Word of God is true because it has shone on us the light of the Gospel. As true Christians, we have renounced to the hidden and shameful and we do not walk in our own cunning or adulterate the Word of God. The same thing spoke Apostle Paul in his second letter to the Corinthians, also pointing out that the truth had been manifested to him, but if the gospel remains hidden it is for those people who are lost and blinded in whom the god of this age, ( prince of darkness) blinded the understanding of the unbelievers so that the light of the gospel of the glory of Christ does not shine. Knowing that God is the one who commanded that light should shine out of the darkness and it is He who shone in our hearts, to give us the knowledge of the glory of God, which is in Christ Jesus (2 Corinthians 4: 1-6).
When we lived without knowing God and we tried to do things right, it is undeniable that we lived in frustration, emptiness, without peace, much less we had no joy. Anyone who was at our side suffered the consequences of our frustration and bad temperament and of course the impotence of not being able to tell us absolutely nothing because we always reacted justifying our bad decisions.
But the day we converted to God and Christ shone in our hearts and the truth of His Word freed us from that old man and allowed us a new life, now with all the people that surround us, they can enjoy and recognize that our lives have truly changed and that also for them is this same opportunity to surrender to Christ so that the excellence of His love, grace and mercy can impact the world and that may be saved, (John 8: 31-32). Hallelujah.