21 de Noviembre Devocional/ Devotional

20191121_071404_0000.png

Dad gracias al Señor, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia. Diga ahora Israel: Para siempre es su misericordia. Diga ahora la casa de Aarón: Para siempre es su misericordia. Digan ahora los que temen al Señor: Para siempre es su misericordia.

Salmos 118: 1-4 (LBLA) 

Cambiador del Mundo: Nosotros sabemos que Dios es misericordioso porque esa es Su naturaleza y porque además Él nos ha guardado desde el día de nuestra conversión a Cristo en Su amor y en Su gracia. Alabar a Dios solo lo puede hacer un corazón contrito y humillado. Un verdadero cristiano que ha nacido de nuevo y ha tenido una experiencia personal con Jesús, es el único que vivirá eternamente agradecido con su Creador por cuanto ha muerto a sí mismo espiritualmente hablando y ha permitido que Cristo en él, sea su Rey y Señor, lo cual además ha provocado que la santidad de Jesús habite en su corazón. En el libro de Romanos, el Apóstol Pablo nos enseña a vivir una vida que honre al Todopoderoso porque los que hemos muerto al pecado, ya no podemos seguir viviendo en él, sino que ahora disfrutamos de una vida nueva en Cristo y eso produce en nuestros corazones gratitud y alabanza a Su Nombre. Porque hemos sido sepultados juntamente con El para muerte (espiritual) por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos, por la gloria del Padre, así también nosotros caminemos en vida nueva, que le de gloria exclusivamente a Dios. Sabiendo esto que ya nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Jesús, para que nuestro cuerpo de pecado sea destruido, a fin de que ya no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto en Cristo, ha sido justificado de todo su pecado y si morimos con Cristo, tenemos que creer que también viviremos con El. Así también nosotros los que amamos a Dios y tenemos a Jesús como nuestro Rey y Señor, considerémonos muertos al pecado, (al hábito de pecar) pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro, (Romanos 6:1-11) Aleluya.

Oh, give thanks to the Lord, for He is good! For His mercy endures forever.L et Israel now say, «His mercy endures forever.»Let the house of Aaron now say, «His mercy endures forever.»Let those who fear the Lord now say, «His mercy endures forever.»

Psalms 118:1-4 (NKJV) 

World Changer: We know that God is merciful because it is His nature and because He has kept us from the day of our conversion to Christ in His love and in His grace.
To praise God can only make it a heart that is contrite and humiliated. A true Christian that has been born again and has had a personal experience with Jesus, it is the only that will live eternally grateful with his or her Creator because he or she has died talking in a spiritual way and has allowed Christ in him or her to be his or her King and Lord, which has also caused the holiness of Jesus to dwell in his or her heart.
In the book of Romans, Apostle Paul teaches us to live a life that honors the Almighty because the ones that have died to sin, we can no longer live in it because we now enjoy of a new life in Christ and that makes gratitude and praise to His Name in our hearts.
Because we have been buried along with Him for death (spiritual) by the baptism so that as Christ rose from the dead, for the glory of the Father, so do we walk in new life, that gives glory exclusively to God. Knowing this that our old man was already crucified together with Jesus, so that our body of sin may be destroyed so that we no longer serve sin.
Because he who has died in Christ has been justified of all his sin and if we die with Christ, we have to believe that we will also live with Him.
So we who love God and have Jesus as our King and Lord, consider ourselves dead to sin, (to the habit of sinning) but alive to God in Christ Jesus, our Lord, (Romans 6: 1-11) Hallelujah.