Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder; en el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; tu juventud es para ti como el rocío.
Salmos 110:3 (LBLA)
Cambiador del Mundo: Ahora la Iglesia es también el pueblo de Dios por medio de la sangre derramada de nuestro Señor Jesucristo. Todos los que hemos creído en Su Nombre y nos hemos rendido a Él, ahora también somos hijos de Abraham y somos el Israel espiritual de Dios (Gálatas 3:7). Nos toca a nosotros los cristianos nacidos de nuevo, ofrecer voluntariamente nuestra vida y ponerla a los pies de Jesús, dejando toda nuestra vida pasada para ser llenos de amor, fe y esperanza y así podamos caminar firmes en la Palabra de Dios. Su gracia será suficiente para sostenernos en Su santidad en todos nuestro caminar cristiano por la tierra, hasta el último día cuando dejemos esta vida y seamos llamados por el Padre para presentarnos delante de El en los cielos. El Apóstol Pablo tuvo una clara revelación acerca de cómo los gentiles serían llamados para venir a Cristo, y ser parte fundamental del proceso de reconciliación del hombre con Dios, ya que el pueblo judío fue endurecido en su corazón para no creer en Jesús por un tiempo, sino hasta el momento que la plenitud de los gentiles se hubiera entregado a su Creador (Romanos capítulo 11). Por lo tanto, no desperdiciemos ni un solo día de nuestra vida para estar presente frente al trono de la gracia de Dios al cual nos podemos acercar confiadamente para alcanzar misericordia y hallar gracia para nuestro oportuno socorro (Hebreos 4:16). Una sencilla devoción a Dios con un corazón contrito y humillado, nunca será rechazado por el Altísimo, pero es necesario que lo hagamos de corazón y no religiosamente. Hoy es el día de pedirle al Señor que nos siga enseñando de Su mansedumbre y humildad y que nos permita seguir creciendo y aumentando nuestra intimidad con El, porque al final de la jornada esto es lo único que tendrá valor en el Reino de los cielos cuando nos paremos frente al Tribunal de Cristo (Mateo 11:28-29, 2 Corintios 5:10). Aleluya.
Your people shall be volunteers In the day of Your power; In the beauties of holiness, from the womb of the morning, You have the dew of Your youth.
Psalms 110:3 (NKJV)
World Changer: Now the Church is also the people of God through the bloodshed from our Lord Jesuschrist. Everybody that has believed in His Name and has surrendered to Him, we are also children of Abraham and we are the spiritual Israel of God (Galatians 3:7). It is our turn for us the born again Christians to voluntarily offer our lives and place it at the feet of Jesus, living all of our past life to be filled with love, faith and hope and therefore we can walk firmly in the Word of God. His grace will be enough to sustain us in His holiness in all our Christian walk on earth, until the last day when we leave this life and be called by the Father to present ourselves before Him in heaven. Apostle Paul had a hard revelation about how the Gentiles would be called to come to Christ and be a fundamental part of the process of reconciliation of man with God, since the Jewish people were hardened in their hearts so as not to believe in Jesus for a time, but until such time that the fullness of the Gentiles had been given to their Creator (Romans chapter 11). Therefore, let us not waste a single day of our lives to be present before the throne of the grace of God to which we can approach confidently to reach mercy and find grace for our timely help (Hebrews 4:16). A simple devotion to God with a contrite and humiliated heart will never be rejected by the Most High but it is necessary that we do it from the heart and not religiously. Today is the day of asking the Lord to continue teaching us of His meekness and humility and to allow us to continue growing and increasing our intimacy with Him, because at the end of the day this is the only thing that will have value in the Kingdom of Heaven when we stand before the Court of Christ (Matthew 11: 28-29, 2 Corinthians 5:10). Hallelujah.
Devocionales Cristo en Nosotros 